Mientras que Kobe Bryant decide si acepta la oferta del Virtus Bologna de $6.7 millones de dólares para jugar una temporada en Italia (regresaría a la NBA si se soluciona el lockout), la policía de San Diego está investigando nuevamente el incidente en el que se vio involucrado el astro de los Lakers en una iglesia.
Recordemos que "Black Mamba" supuestamente le quitó violantemente el teléfono de las manos a un hombre porque pensó que le estaba tomando fotografías. Al ver que no era así se lo devolvió y se retiró. La persona fue atendida en un hospital por una lesión en la muñeca.
Gina Coburn, portavoz de las oficinas de abogados de la ciudad, manifestó que el caso se encuentra en revisión.
Kobe negó las acusaciones, pero tendrá que declarar en las próximas semanas.
El delito al que se enfrenta el escolta lagunero tiene como pena máxima 6 meses de prisión. Obviamente que es casi imposible que por este incidente menor vaya preso... pero quien sabe.
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