Hoy era el día.
Ambos bandos habían señalado al martes 4 de octubre como el día clave para saber si teníamos o no una temporada completa de 82 partidos.
Por desgracia no llegaron a un acuerdo y David Stern anunció en conferencia de prensa que "se cancela el resto de la pretemporada y si para el lunes no se cierra un arreglo no tendremos otra alternativa que cancelar las primeras dos semanas de la temporada regular".
Tras una reunión de cuatro horas entre las partes (donde estuvieron presentes Kobe Bryant y Paul Pierce, entre otros) no se logró llegar a un acuerdo.
El mayor problema, como siempre, es el económico. Hasta el 1º de julio los jugadores recibían en 57% de las ganancias (BRI), para el nuevo acuerdo colectivo aceptaron bajar a 53%. Desde el lado de los jugadores sale la versión que los dueños le ofrecieron un 47%, mientras que la liga dice que la oferta fue dividir en partes iguales (50%-50%).
"No pudimos lograr el progreso que queríamos y no estamos en condiciones de seguir con las negociaciones", manifestó Stern. El hecho de que hoy sólo se cancelaron los partidos de pretemporada es una fachada ya que, como no hay planeadas nuevas reuniones, es obvio que perderemos parte de la temporada regular.
"Los daños van a ser enormes", dijo el Subcomisionado Adam Silver.
Por supuesto que él se referió a las pérdidas que sufrirán dueños y jugadores. Pero parece que nadie se preocupa de los verdaderos damnificados: los aficionados y los trabajores que rodean a la liga.
