viernes, 18 de junio de 2010
Los Angeles Lakers: 2010 NBA CHAMPIONS
En indescriptible lo que siento en este momento, no hay palabras que puedan describir una felicidad tan inmensa.
Justo un 17 de junio. Sin duda es una fecha que quedará grabada tanto en la memoria de los aficionados de los Celtics como en la de los Lakers. Hace exactamente dos años, el equipo de Phil Jackson perdía por 39 puntos en el TD Garden, y la venganza no pudo llegar en un día más preciso.
Este título significa mucho para toda la organización. Por fín nos pudimos sacar la espina clavada. Desde el 2008 que la redención vivía dentro nuestro y el título ante el Magic el año pasado sólo hizo calmar esas ancias, pero todos esperábamos este momento.
Jackson, el entrenador más ganador en la historia, logró su undécimo campeonato que lo ubica en el escalón más alto a la hora de preguntarse "¿ Quién es el mejor técnico de la hsitoria?". También ayuda para que el año que viene continue en la banca púrpura y oro (La decisión la tomará la semana entrante).
Derek Fisher vuelve a encestar un triple importante en una final, y su quinto título silencia a todos aquellos que pedían su cabeza y su retiro.
Para Andrew Bynum significó sacarse la impotencia de no haber podido jugar en aquella fatídica serie definitoria del 2008, y aunque no estaba en su plenitud, pudo dejar de lado la bronca y decir presente en la final más emotiva de los últimos tiempos.
Y que decir de Kobe. Su 5º campeonato, 2ª vez MVP de las finales. Este título significa LEGADO. Cada uno tendra sus argumentos al elegir al mejor Laker de todos los tiempos, pero en mi opinión (y en la de Shaq) este campeonato lo ubica al tope de la lista.
Pasando un poco al partido en si:
Angustia, miedo, felicidad, alegría. Ambiguas sensaciones que brindó el juego 7.
Emoción , Adrenalina, este séptimo duelo no desentonó de lo que fue toda la serie. La defensiva se impuso sobre la ofensiva y ambos equipos demostraron que merecían el campeonato.
Si se lee la estadística se podría decir ¿Cómo ganaron los Lakers habiendo encestado sólo un 32% desde la cancha y un 67% desde la linea de libres?. La respuesta está en la columna de rebotes, especialmente en los ofensivos.
Otra vez el equipo que ganó los rebotes se llevó el partido. El conjunto angelino dominó 53 a 40 y 23 a 8 en los tableros ofensivos.
Los laguneros estuvieron erráticos durante todo el encuentro, y la ofensiva de los Celtics iba y venía. En ningún momento dominó Boston, pero siempre se mantenían al frente del marcador y cada vez que se acercaba L.A., los verdes volvían a estirar la diferencia.
En el primer cuarto fue donde la ofensiva del conjunto de Doc Rivers se sintió más comoda. Gracias a Paul Pierce (18 tantos y 10 rebotes) y a Rajon Rondo (14 puntos, 8 rebotes y 10 asistencias), en dicho período anotaron 23 tantos, sacandole nueve de diferencia a los Lakers.
Tras un arranque agresivo del equipo local en el segundo cuarto (racha de 11-0), las 19000 almas en el Staples Center respiraron aliviadas hasta que los Celtics se escaparon y finalizaron la mitad con 6 puntos a su favor.
Sin duda el momento de más presión para los pupilos de Jackson se vivió a mitad del tercer período. Abajo por 13, sin movimiento de balón, errando muchos tiros, parecía que el sueño se desmoronaba.
Pero ahi todo el equipo se levantó, puso todo su orgullo, y aunque no jugó bien, gracias a la garra, al deseo y a la tenacidad lograron levantarlo.
D-Fish (1o puntos en 4 de 6 TC) fue más que importante en esto, ya que animaba en cada tiempo pedido y levantaba la moral de sus compañeros.
Artest se merece un párrafo aparte, porque fue clave en el triunfo lagunero. En la que quizás haya sido la mejor actuación de su carrera, encestó un triple que, si bien luego recibió una inmediata respuesta de Ray Allen (13 pts) en el otro costado, fue decisivo en cuanto al mensaje que debía enviar el campeón defensor en el momento 'clutch' de la noche: una vez que se encendien, se encendien. Y de hecho así fue, ya que anteriormente Fisher había conectado un triplazo que igualó el marcador después de que los angelinos llegaran a estar tres veces en desventajas de 9 o más puntos, y después Pau Gasol convirtió un excelente tiro en suspensión contra tres jugadores de Boston.
Como decíamos, Ron Ron fue clave porque aportó toda la garra y la entereza que le faltó a L.A. durante la primera mitad, e hizo que Boston, que sí la tuvo casi siempre (de hecho, asustaron hasta los últimos segundos con tres triples seguidos), se vea obligado a fijar la vista en él y no en un apagado Bryant -que, obviamente, luego se encendió y mandó a callar a todos- o un errático pero siempre determinante y contundente Gasol (19 pts y 18 rebs). Artest terminó con 20 pts, 5 rebs y 5 robos.
El desenlace del juego no tuvo desperdicio alguno: Sasha Vujacic entró desde la banca para una salida lateral, cuando posteriormente le cometieron una falta que lo envió a la línea para intentar liquidar el asunto. "The Machine" conectó los dos tiros libres que sentenciaron la noche sin inmutarse, para dejar el partido matemáticamente inaccesible para una remontada del rival, aunque después los de Doc Rivers intentaron un triple más que terminaron fallando en los últimos segundos. Pau atrapó el rebote, se la dio a Artest... éste arrojó el balón al vacío, y Kobe (23 tantos y 15 rebotes) corrió tras detrás mientras en todo el Staples comenzaba a llover confeti color púrpura y dorado. Y comenzó la fiesta...
Así, los Lakers consiguieron su campeonato N° 16, quedando a un título de, precisamente, los Celtics. El Juego 7 pasó a la historia por su definición, su adrenalina, y el alto nivel defensivo mostrado por ambos conjuntos, dignos de llegar a esta instancia y de reiniciar un nuevo capítulo en la histórica rivalidad entre ellos.
Cabe entonces, a pesar de todo, felicitar a los Celtics por su gran campaña, en la que demostraron valentía, fuerza, garra, corazón, determinación, y sangre de guerreros. Desde aquí queremos reivindicar el hecho de que un equipo con tantas dificultades venidas por la edad del plantel o las lesiones que acarreó haya logado alcanzar una final de liga, pasar por encima de Dwayne Wade y el Heat, los Cavs de Lebron, y posteriormente del Magic, los campeones del Este del año pasado.
La alegría y emoción fue inmensa. Se podía ver en cada uno de los rostros de los jugadores angelinos. Cada fanático en el mundo celebra este campeonato número 16 y los que esten en Los Angeles tendrán la suerte de presenciar "The Lakers parade" el lunes a las 11 a.m. hora local.
Sin más sólo queda algo por decir:
2010 NBA CHAMPIONS!!!!!
Go Lakers!!!!
o, mejor dicho, como dejó grabado Magic: "¡Back to Back! ¡Yeah! ¡Yeah!"
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