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viernes, 21 de octubre de 2011

Lejos de un acuerdo


Que haya una temporada 2011/12 de la NBA parece ser una utopía. 29 horas en tres días no fueron suficientes para que los dueños de las franquicias y los jugadores llegasen a un acuerdo.

Las cosas van de mal en peor. Todo hacía parecer con la ayuda de Greg Cohen (uno de los responsables de que hoy podamos disfrutar de la NFL) la disputa se iba a solucionar más temprano que tarde, pero por desgracia el resultado fue más que negativo.

El martes hubo un maratón en New York, lo raro es que se llevó a cabo en una oficina. Ambas partes se reunieron junto a Cohen por 16 horas seguidas, en lo que se podía enteder como una señal positiva. El miércoles fueron otras 8 horas y tras las reuniones, de mutuo acuerdo, todos coincidieron en manifestar a la prensa la misma frase: "Sin comentarios".

David Stern no pudo ser parte de la cumbre del jueves debido a un estado fiebril, pero aún así, con Adam Silver a la cabeza intercambiaron opiniones por 5 horas más.

¿El resultado tras tantas reuniones? Continúa el cierre patronal y se espera que se cancelen el resto de los partidos de noviembre.

No fue sólo eso, después tres días intensos los jugadores cargaron fuertemente contra la liga. Derek Fisher tomó el toro por las astas y declaró: "Quiero dejar en claro que (los dueños) les han mentido antes, así de simple. Nos hemos pasado los últimos días haciendo esfuerzos para intentar llegar a un acuerdo. No queríamos ganar ni que ellos ganaran, sólo llegar a un acuerdo para empezar a jugar, que abrieran los estadios, revitalizar las comunidades y que los afectados pudiesen volver a trabajar y vender. En nuestra opinión la NBA no quiere esto. Sólo están interesados en ofrecerles una versión". Jeffrey Kessler, abogado de la Asociación de Jugadores, comentó como fueron las negociaciones: "El miércoles pensábamos que habíamos hecho progresos y que avanzábamos hacia un acuerdo, pero algo sucedió en la junta de gobierno con los propietarios. En cuanto entramos en la última reunión nos dijeron: 'No tenemos más que decir, ha de ser a nuestra manera y el reparto (del BRI, los ingresos relacionados con el baloncesto) ha de ser del 50-50'. Nos dijeron que Paul Allen vino a la reunión para expresar la opinión de la junta de gobierno y creemos que vino a dinamitarnos. La reunión fue secuestrada. Nos quedamos en shock".

La realidad es que las partes se han desgastado mutuamente.

Los dueños proponen que el BRI se reparta de manera igualitaria, mientras que la mejor oferta de los jugadores ha sido rebajar a un 52.5% a su favor. Por otro lado, la diferencia en la multa al impuesto al lujo y las excepciones en el tope salarial son muy notorias.

A fin de cuentas, los aficionados son los que siempre pierden.